La Psicología de los Regalos: Aceptación y Felicidad

Casi todos los meses del año pasamos por la situación de dar o recibir regalos:

Cumpleaños
Navidades
Reyes
Día del Padre, de la Madre, de San Valentín
Nuestro santo
Día de nuestra profesión
Día de San Jorge (donde en muchos países se regala un libro y una rosa)
Y un largo etcétera.
Y con la entrega de regalos llega una oportunidad única para expresarnos.

¿Qué hay detrás de entregar regalos?
Las motivaciones para nuestra entrega de regalos van desde el altruismo más puro hasta la apreciación egoísta de un trabajo bien hecho y la forma en que lo hacemos refleja nuestra personalidad, a veces incluso nuestro género.

Por lo general, cuanto más nos preocupamos por alguien, más tiempo pasamos pensando y preocupándonos por obtener el regalo correcto, el regalo perfecto que hará las delicias.

La entrega de regalos es una forma universal de demostrar que nos importa y apreciamos.

También sirve como un medio para fortalecer los lazos.

La psicóloga Karen Pine escribe: “La entrega de regalos es una experiencia social, cultural y económica; un intercambio de comunicación material y social que es inherente a las sociedades humanas e instrumental para mantener relaciones sociales y expresar sentimientos”. (Psychology of Gift Exchange Mayet, & Pine).

Motivos históricos de entregar regalos
A lo largo de muchas sociedades, el requisito de dar puede estar arraigado como una necesidad religiosa, moral o social.

Nuestros motivos para dar pueden incluir la obligación, el deseo de dar o la obligación de pagar. Y las grandes marcas son especialmente buenas para crear una cultura de regalos, ya menudo nos hacen sentir culpables por las reacciones imaginadas de nuestros seres queridos cuando ven ese regalo «perfecto».

Y si bien sería ideal que todas las donaciones se hicieran con intenciones desinteresadas, no siempre es así.

Para algunas personas, especialmente aquellas que están nerviosas, ansiosas o demasiado preocupadas por la forma en que otras personas las ven, las tensiones se crean al dar y recibir un regalo. Sin embargo, la mayor parte del tiempo, la entrega de regalos está motivada por la intención altruista de proporcionar al receptor algo de alegría y placer.

La entrega de regalos puede causar poca ansiedad, ya que queremos asegurarnos de que los regalos que demos reflejen lo que sentimos por el receptor.

No queremos que haya una desconexión entre cómo el donante y el receptor ven el regalo.

El temor es que el reflejo del regalo sea un espejo o la relación que representa.

Cuando ocurren malas interpretaciones, puede ser incómodo, incluso vergonzoso, tanto para quien las da como para quienes las reciben.

Cuando el regalo es mucho más o menos de lo que se esperaba, los sentimientos negativos acompañarán el intercambio.

El papel del género en los regalos
El género también juega un papel en los regalos que elegimos.

Mientras que las mujeres tienden a otorgar más significado y sentimentalismo a los regalos, los hombres tienden a ser más prácticos y dan regalos funcionales.

A la mayoría de las mujeres no les encantaría una aspiradora como regalo, por muy útil que sea.

Más felicidad en dar que en recibir
Lo que muchos investigadores han demostrado es que dar regalos proporciona al donante tanta satisfacción como el receptor al permitirle al donante experimentar un autoconcepto positivo, sentirse generoso y valioso.

En otras palabras, es mejor dar que recibir, y si quieres ser feliz, es mejor que gastes en los demás que en ti mismo.

Según la investigadora Elizabeth Dunn, Gastar dinero en otros promueve la felicidad, (Science 319, 2008), «cómo las personas eligen gastar su dinero es al menos tan importante como cuánto dinero ganan». En esta investigación, Dunn concluye que «gastar dinero en otras personas puede tener un impacto más positivo en la felicidad que gastar dinero en uno mismo».

Nadie, después de todo, puede esperar encontrar siempre el regalo perfecto. Sin embargo, es el pensamiento que está detrás del regalo lo que puede causar el verdadero deleite.

Fuente: Regalo Loco